HE DE MARCHAR
Ha pasado el tiempo, rápido y fugaz,
cual bello cometa que llega y se va.
Pasaron las horas, pasaron los días,
pasaron los meses y las alegrías.
Oh, triste momento, hoy ya realidad,
escúchame viento, escúchame mar.
Adiós no te digo, oh, tierra querida,
te digo hasta pronto en mi despedida.
Te cubre un vestido azul de percal,
a mí la tristeza porque he de marchar.
Mi canto se torna en tu voz melodía
y el tuyo se vuelve en mi alma agonía.
Lejano está el día en que quise volar
¡Hoy que ya tengo alas quisiera quedar!
Tus manos de nácar se quedan vacías
¡Qué solas tus calles! ¡Que tristes tus días!
Al filo del viento mi voz quedará,
mi triste lamento también partirá.
Y tú quedas sola ¡Oh, isla querida!
¡Tú que has sido siempre mi mejor amiga!
Tú que fuiste siempre mi guardián secreto,
en ti hay enterrados dolor y lamentos.
Espadas de fuego y llamas divinas,
amores que luego tornaronse espinas.
Minuto a minuto se fueron grabando
en tu inmensa alma ¡Sentimientos cuántos!
Miles de experiencias de dolor o gloria
que ayudan al cuerpo a formar su historia.
Mas el tiempo corre ¡Gran Angel alado!
y sueño el momento de vuelta a tu lado.
Volver a tu brisa, tu sol y tu arte
y a lágrima viva... ¡De nuevo abrazarte!
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